Algaro es más que una pastelería, es un lugar donde los sabores tradicionales se encuentran con la creatividad moderna. Cada pastel, galleta y postre está hecho a mano con los ingredientes más frescos, garantizando una experiencia deliciosa en cada bocado.
La dueña, apasionada por la repostería desde joven, encontró en la pandemia del coronavirus un momento clave para dar el primer paso hacia la creación de su negocio. Durante el confinamiento, aprovechó su tiempo libre en casa para perfeccionar sus habilidades en la elaboración de postres, los cuales empezó a vender entre sus conocidos y vecinos.
El éxito de sus productos fue tal que rápidamente se corrió la voz en la colonia de Jarachina Sur, en Reynosa, Tamaulipas. A medida que su popularidad crecía, decidió abrir cuentas en redes sociales para ampliar su alcance. Estas plataformas le permitieron conectar con un público más amplio y recibir encargos diarios. La demanda constante de sus productos la llevó a formalizar su negocio bajo el nombre de "Algaro". Actualmente, su presencia en redes sociales y la alta demanda de sus postres han sido factores clave para considerar el desarrollo de una plataforma web que facilite el proceso de pedidos y aumente su visibilidad en línea.